Tres estrellas negras y con puntillo para El Chef ha muerto

Publicado: 14/01/2012 en El Chef ha muerto

La última crítica a El Chef ha muerto ha sido toda una revelación: Tres estrellas de Negra y con puntillo, del bloguero criminal Terri (Jabi Basterra). Lo reproduzco en su totalidad, porque no todos los días se recibe un galardón así:

Cocina de autora

Tenía fichado este libro, El Chef ha muerto, desde hace tiempo. Por un lado, porque inauguraba una nueva colección negrocriminal, Negra, Urbana y Canalla, de Ediciones Amargord, y esta colección venía abalada por el tremendo Carlos Salem al que le vengo siguiendo la pista desde hace tiempo, y también tenía ganas de leer la novela porque en ella se habla de una de las temáticas que regularmente hablamos en el blog, el maridaje entre género negro y cocina. El resultado, desde ahora te lo digo, has sido de rechupete.

Por un lado, porque El Chef ha muerto es una novela con un gran sentido del humor. Voy siguiendo los pasos de Ven Cabreira y me vienen a la memoria otros detectives como Buenaventura Pals, Gálvez o la Tana Marqués del Suicidio a crédito, personajes que consiguen lo más difícil en este negocio: que vayas leyendo con una ronrisilla pegada al rostro. Sonrisilla que muda en carcajada en momentos puntuales como la degustación de productos italianos a la que es invitado nuestro amigo Ven, un gran amante de las trufas, como veréis.

Le daría una estrella también al Chef porque me he echado unas buenas risas basadas en un planteamiento muy original y porque es un relato que escapa a las montañas de cadáveres y los asesinatos seriados, que, aunque tengan su público, a mi me aburren un poco. Minimalista en cuestión cadavérica que se está volviendo uno.

Y también me ha gustado que la autora sea capaz de reirse del gremio en el que se mueve. Que sea capaz de contarnos cómo en medio del tsunami gastronómico en el que en ocasiones nos hacen creer que vivimos, con cocineros que asumen roles de intelectuales, de estrellas del porno, o de artistas de la decostrucción…. pues que hay de todo, y no sólo envidias (¿o era endibias?), celos o espionaje industrial, sino también ese ingrediente secreto que por momentos Yanet deja espolvoreado entre las páginas del libro: el amor y el cariño por el guisar.

Yo he estado en el restaurante de Yanet Acosta y te comento lo que pedí de su extensa carta.

Primer plato: Ensalada de imaginación

Segundo plato: Bienmesabe

Postre: Mil hojas de crema, humor y nata

Ahora tienes que ir tú y ver qué te depara la visita a sus fogones. Yo, visto lo visto, le tengo que dar la tercera estrella Michelín.

 On egin!

comentarios
  1. Liacice dice:

    ¡Y yo, y yo!. Yo también he estado allí (en otros restaurantes de lujo, no he tenido la suerte pero en éste sí que puedo proclamarlo bien alto). He estado, he olfateado y me he paseado a gusto y, además, estoy ¡completamente de acuerdo con el dictamen anterior!. De hecho, casi, casi pedí lo mismo. Je, je

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